La comunicación visual, a diferencia de la conceptual, afecta directamente al individuo sin requerir el proceso de descodificación de los signos escritos, y repercute en su afectividad sin necesidad de pasar por la mediación de su intelecto. De aquí surge la fuerza de sugestión y fascinación que provoca la televisión y, por ello, se presta más que ningún otro medio de comunicación, al ejercicio de pensamiento simbólico. Es por esta razón que la comunicación es una transmisión de información que implica la emisión del mensaje y su recepción. Pero no debemos olvidar que un mensaje suele estar cargado de significados emocionales y puede producir efecto de índole afectiva. Y además, debemos considerar que el mensaje puede transmitir informaciones que desborden la intención consciente del emisor o del receptor.
POTENCIALIDAD: Multiplicación de Saberes.